hay que tener un rostro insensible para mirar el mundo, qué saben, por una vez voy a tener a alguien que me necesite alguien como vos que me quiera y dejar el miedo de perderte, eso voy a hacer.
Esas son las reglas de la vida que hay que conocer y a veces romper. Abandonar todo lo que rompa lo que une las vidas reales.
Otra pesadilla. Una cosa es la creencia y otra la convicción.
Lo que yo no quiero que se vea de mi todo eso que le conté a mi psicoanalista lo que dejó de causar dolor y dejé de ver y de pronto me acuerdo de enamoramientos juveniles imposibles ardientes tortuosos donde más se sufría que se amaba, tal vez por eso elegí una vida calma de amor sin enamoramiento vos me entendés ahora que vivo así con las cosas claras para que el piso no se mueva.
Queralt (Argentina, Buenos Aires, 1955)
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