Jardín
La casa tenía un jardín, un juego de jardín de cemento símil roca. Mesas, sillas,
sombrillas, maceteros, farolas, un hornero, un buzón para cartas, la cucha del perro y
el perro. Un búho real, un caracol de África, una luciérnaga. Sobre la casa el sueño del
cielo propio. Un cielo, por cierto, duro, tormentoso, en falsa escuadra. Desperdigadas,
en lo alto, por todo el manto gris y estriado, huellas con formas de palomas, allí donde
habían pasado en vuelo con la mezcla todavía fresca.
Sagristá (Argentina, Buenos Aires, 1974)
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