He visto ángeles y obispos levitar,
he visto autos último modelo,
he visto gentes de ropas oscuras
entre las luces de un salón de baile,
(todo lo cual me hace feliz
por un motivo que no entiendo).
He visto a las
últimas grandes manadas
marchar hacia el crepúsculo despacio,
sabiendo, era evidente, la importancia de la escena,
y abrían un gran hueco en el aire, un sitio donde
me senté a mirar
el caer de las cosas en el alma,
y era el murmullo de una gran duración,
un brindis, por así decirlo, un silencio entre dos notas,
y era, en el reverso de la hora y el minuto, el estar,
y era el moverse acompasado de los pastos al viento,
y las partículas de la materia, y las galaxias y etcétera.
He visto un pentagrama, un mantel a cuadros, un cruce de caminos.
Freidemberg (Argentina, Chaco, Resistencia, 1945)
Comments