Juntamos nueces en el camino de la acequia y por la tarde fuimos a recorrer y descubrimos que todos los árboles tenían una plaga que abichaba los frutos. Desde lejos, sin embargo, los habíamos visto grandes y fuertes. ¿Podrán salvarse?, preguntaste. Volvimos atravesando el camino hacia la casa y no dijimos más, tal vez porque la salvación no se enuncia.
Pradelli (Argentina, Buenos Aires, 1959)
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