La Natasha tenía 41
no encontró pañuelos para su denuncia
no había una mano tendida
ni una red cuidando su caída
La Natasha tenía hijos
sueños y miedos
tacones y body
una remera agujereada
para cuándo se ponía a pintar
Se marchó
con los fantasmas en la médula
con las alas enredadas
con el grito ahogado
con néctar liberador
Barerx (Argentina, Pcia de Neuquén, Plaza Huincul, 1964)
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