Una foto de las vigas para demostrar que puede sostenerse.
Y sin embargo, después de tanto tiempo,
no hay techo ni paredes. Solo un cielo
estrellado como una figurita repetida cada noche
que no nos pertenece.
Las corridas, los gases, los disparos
atraviesan décadas y cuerpos. Una colección
de historias que solo contamos a medias,
entre las calles y cada océano.
Hay un ciervo en tu memoria
y es su sombra la que seduce o asusta.
Las canciones de la infancia vuelven a sonar
en medio de otro mundo.
Pero el mismo en su dolor
y en su estallido.
Cervero ( Argentina, Buenos Aires, 1972)
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