Volverá esa mujer de muchos nombres,
su mirada sin ojos.
Ella gritaba ya en los corredores
como un cardumen de violines rabiosos,
ya se nutrían las cornejas
de su hermosura
cuando avanzaba yo
por los puentes de mi madre,
desnuda y mínima,
para iniciar el gran error
Thénon (Argentina, Buenos Aires, 1935 – 1991)
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