Su
Querida Su:
paso días, paso largas temporadas
sin escribir. Pero esta mañana
encontré tu papelito (con tu letra)
“¿Por qué no puedo hablar de plata
con el marido de la estrella?”
dice.
No hay ninguna arboleda
fosforescente, Su.
Es tu trabajo, tenés que hablar de plata.
Yo, Su, que viviré y moriré
¿conozco alguna justicia que no sea
fundada en el azar? Anoche soñé
que era una muchacha en una hamaca
paraguaya. Y creía, meciéndome entre unos
tilos, oír la música de un infinito
no merecido, Su.
Bizzio (Argentina, Pcia. de Buenos Aires, Villa Ramallo,1956)
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