dos pichones heridos
descorré la cortina y mirá el árbol
el trueno que acaba de sonar
hunde en los tímpanos su alfiler de hierro hirviente
pero lo que importa son esos dos pichones
-de nacimiento deformes y heridos-
que tiritan en la gran sordera del mundo
sentís frío y los ves ahí
en el inhóspito sitio que los revuelve
apuntalan las nubes con sus picos
como si estuvieran en guerra con el cielo y no saben
que hay alguien llorando a través de un vidrio
a esta altura golpean los primeros coágulos de granizo
no habrá reparación y a veces es necesario
que rebote un pajarito contra el asfalto
verlo irse por la calle que es río sucio y suave
arrastrándolo a la alcantarilla
para caer con todas las articulaciones ante la vida
mirá de nuevo el árbol tragate tus espinas
ahora sí ese par de obsidianas confundidas te descubre
con los pulmones inflados de escarcha
gritale al pichón que sobrevive volá pajarito volá
Usach (Argentina, Pcia. de Mendoza, 1985)
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