te regalo jazmines
su perfume recorre la casa
la impregna
la toma
el calor en ascenso contribuye
a narcotizarnos
ya no sabemos por qué estamos juntos
y si era conveniente
¿nos duele? ¿adónde?
¿había otros caminos posibles?
las preguntas, como hábiles enredaderas
nos reducen
desplomados en la tarde sin sonido
entregados a la siesta fulminante
soñamos.
Leiderman (Argentina, Buenos Aires, 1990)
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