Serendipia
es mi carne
tu memoria en bruto
albo cordero en mar de lobos
es una apuesta a caer
la sombra bajo la alfombra crece
en la pared de nuestro cuarto
como un insecto que devora
a otro más pequeño
que añora ser
devorado
es buscar un más
en el cuerpo abierto
del amante
y encontrarse
con un resto: el dolor
de no pertenecer
a uno mismo
la prisión es un semblante
de cordura
el pájaro encuentra el día
a través de la abertura en la pared
choca contra el vidrio y cae
su temblor
golpea contra el cielo
se queda dormido
¿para qué desplegar
las alas donde la sed
y emprender el vuelo
de la polilla cegada en el reflejo
de su propia llama?
no hubo perder
sin dolor
ni renunciar a tiempo
al llamado
la caja estaba abierta
como un ojo sin párpado
y dentro los fantasmas todos
la muerte es un acto
a consumarse en soledad, a riesgo
de convertirse en un hecho vulgar
Mauriño (Argentina, Buenos Aires, Ramos Mejía, 1985)
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