Oculta en el fulgor
la oscuridad encierra un mundo opaco,
vedado a aquel que mira
con ojos deslumbrados.
Es tan cierto
ese existir recóndito en las cosas
como la mano que busca a ciegas
el borde de la piedra.
Cada minúscula noche
del corazón humano
es ese dulce habitar en la sombra
es buscar lo que existe detrás de la luz.
Finochietto (Argentina, Pcia. de Buenos Aires, General Belgrano,1971)
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