Los motivos del gordo
Después de hablar de dietas,
de ensaladas vidriosas e inclementes,
de menudos sesudamente fileteados,
dijo el Dietólogo a sus gordos:
“No lo olviden, hagan el amor y mucho”.
Claro, faltaba aquel antiguo postre,
mi fantasía de un Catulo grueso y ruin,
incapaz de contar
cuántos fueron los besos
que quemó en tu boca, Lesbia,
obsesionado en calorías.
Tallarico (Argentina, Buenos Aires, 1950-2019)
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