Una al lado de la otra no parecían hermanas.
Sin embargo
el color de la piel, los ojos y el pelo respondían
a las combinaciones posibles de las leyes de Mendel:
padres, abuelos, tíos, bisabuelos
y de cómo los genotipos dominantes y los recesivos
habrían jugado con ellas
de manera que quienes las cruzaban en la calle o en el mercado
luego de mirarlas casi con descaro
dijeran:
igualita a tu mamá
igualita a tu papá.
Era fascinante aquella sensación
de ser otro/otra
manos piernas ojos azules ojos verdes
piel fina y blanca piel más oscura
vaya uno a saber de cuánto tiempo atrás
venían ellas componiendo
algo parecido a una fórmula matemática negro blanco
negro negro
negro negro blanco
Sin embargo
quedarse mirando por la ventana leer durante horas hundida en el sillón
era mamá ( Inés)
hundir las manos en la tierra podar árboles levantarse de madrugada
era papá (Isabel)
casi aire en el guardarropa y el vaho persistente del perfume
era mamá (Isabel)
una mirada cortante lo implacable en el equilibrio de las palabras
era papá (Inés)
molestarse con los festejos los cumpleaños las aglomeraciones
era mamá (Inés)
caminar el campo perderse en el desierto estudiar mapas y relaciones
era papá (Isabel)
y así
las leyes de Mendel se mezclan se enturbian se fusionan
quizás crean
una ley nueva
Sin embargo a medida que la vida corre como el agua
y salta entre piedras y se escurre
cuando se miran en el espejo cuando hacen silencio
más y más
se parecen las hermanas
Legarreta ( Argentina, Pcía. de Buenos Aires,Chivilcoy, 1951)
¡Muchísimas gracias,BrunchPoesia!