Mi viejo sillón amarillo sufre la ausencia de esos
amigos que ya no vienen. Tres mosquitos se refugiaron
en mi casa. Uno de ellos parece una pequeña piedra
de coral. Alguien me dijo que tienen cuarenta y siete
dientes y son las hembras las que pican. Debo matarlos
antes de dormir. Siempre es de noche cuando percibimos
los cambios. Sin embargo, a pesar de no ser uno de
los momentos más apropiados para manifestar inteligencia,
me observo con indiferencia en una situación que
pocos soportarían.
Arens (Argentina, Pcia. de Buenos Aires, Bahía Blanca, 1967)
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