una mujer viene cada noche a acostarse en mi cama
mete sus piernas heladas entre la sábana / ahueca todas las almohadas
con forma de sepulcro
en vano perfumo las paredes con incienso
ella regresa siempre con su osario gastado / con su olor a herrumbre
hay una figura en el marco de la puerta
una silueta dura y constante
la persistente silueta / que atrapa el molusco de los sueños
y sumerge en miasma su investidura
una mujer desnuda viene cada noche a instalarse en mi cama
no pide permiso no reconoce amuletos
clava los pies fríos sobre los pies calientes
se regocija en el sudor que el miedo empapa
ella dicta el abecedario de las pesadillas
se acomoda firme en mi desvelo y / después
deambula severa en la vigilia
marca fechas en el almanaque / con sangre y
con ruido de huesos quemados las marca
es el norte que reniego
la puerta cerrada en la cara del linaje
todas las mañanas afirma
soy tu madre
Yocco (Argentina, Pcia. de Córdoba, 1968)
Como siempre Gabriela, maravillosa.