Para encender el fuego, no talarás el bosque.
¿Cuál?, ¿el que simula un verano constante?
¿dónde la vista se desoja para encontrar la llave?
Sí, ese, el de la razón.
En el sueño, su madera no está muerta,
pero no canta. Se vuelve inútil.
Troiano (Buenos Aires, 1980)
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