Lluvia en las Pirquitas
Va a seguir siendo mía la lluvia cuando yo muera,
todo va a seguir siendo mío,
el trueno conservará intacto su sonido casi negro
y el árbol a orillas del corral gozará con ese trueno,
mientras el olor a presencia de la tierra en la lluvia será el mismo olor de mi ausencia.
Así le sucede y le sucederá a todo lo que es pertenencia del planeta.
Entonces, a no gemir, mi lejano palmar, cuando yo muera.
Porque somos un pormenor de presencia de lo inmortal.
Madariaga (Argentina, Pcia. de Corrientes, Concepción, 1927 - 2000)
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