Puedo verte, hija,
volviendo a ser niña
errando el labial
frente al espejo.
Puedo verte, y es cierto
aún cuando a veces
nos dé miedo
vivir es una dulce payasada.
No sé si soy
una estrella
dentro de tu bolso.
Está oscuro,
y no sé si soy.
Pero puedo verte, hija.
Chazarreta (Argentina, Pcia. Buenos Aires, San Miguel, 1981)
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