Frankenstein, para mí, es el amor
Lo aprendí de las películas. Los que se aman, se besan al final.
No le digas a nadie: papá y mamá nunca se besaron y eso me enferma.
Pero mamá, mamá se besa con amor besa al señor que nos vende kerosén y volvemos a casa olemos a combustible, A eso huele lo que no entiendo.
Ramponi (Argentina, Pcia. de buenos Aires, Mercedes, 1984)
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