No vimos más que caballos huyendo, corceles de fuego en la espesura. Atravesaron lugares en camino hacia la noche, y ahora que todo es un recuerdo nos sentamos a escribir con esa imagen en nuestro cerebro. Obsesionados pensamos qué habrá sido de aquella llamarada sobre el trigo, pero en el fondo sabemos que fue lo que no hicimos nosotros con el tiempo: una hoguera en la que ardiera el campo, un largo tendal de cuerpos.
Brando (Argentina, Pcia. de Córdoba, Leones, 1987)
Comments