En el aire
de mediodía
–que era
un desmayo–
alguien
encendió
la chispa
y ardió
todo
el campo.
¿Qué fragancia?
¿Qué viento?
¿Qué esperanza?
No quedó nada.
Los animales
no logran comprenderlo
y regresan
como si dijeran
dónde está el hogar.
¿Cómo fue posible
la vida?
Todo era diferente
el otoño pasado.
La tierra
se comportaba
como si nada malo
pudiese ocurrir.
Solo hicieron falta
una chispa
un viento
una nada.
León (Argentina, Tucumán, 1974)
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