escribieron para hacer doler un
silencio de fruta ya acabada.
pinchazos de poemas en la tarde casi azul.
no prestan palabra los ángeles.
no prestan riesgo ni rigor. dulce es el dolor que regalan y
alto como estrella. algo más del mundo no puede decirse.
ni de más allá.
esa gente.
el oro gastado en bocas delirantes.
no eran ángeles.
se les hinchaba la panza como a las liebres después de comer.
eran asquerosos, mitómanos, esquizos.
he visto yo la podredumbre,
el nombre negro y, al costado,
un pavo real en abanico.
atrae la insanía?
pudientes, las voces, esclavizan.
tengo una pureza animal.
abre una hebilla la puerta al otro reino?
Daian (Argentina, Buenos Aires)
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