BRUNO DI BENEDETTO
- BRUNCH
- 11 nov 2021
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Escribir la estepa
¿Se podrá escribir la estepa? No su frialdad, sino eso
que te escupe el guanaco directo a los ojos, la ceguera
que viene de tanta luz, la lagartija, la culebra, el escorpión,
la estepa cría animales buenos, el puma, la codorniz, el ñandú:
el único animal que mata en la estepa es la misma estepa
en su bondad infinita te traga y te hace la salamanca:
de ahí salís diablo y tocando la guitarra como yimi jéndrix,
salís hablando en lenguas, endemoniado en el paraíso del desierto.
Quien no se haya perdido en el desierto no sabe qué es la sed.
¿Has visto la estepa en primavera?
¿Has caído de rodillas frente a esas flores chiquitas?
¿Has olido el tomillo salvaje?
¿Has tenido miedo del puma, el humilde, tímido y poderoso
primo del tigre y del león, has visto los huesos en su cueva?
¿Has encontrado cerca de un revolcadero de guanacos la flecha
y si no la flecha, el raspador, el cuchillo de piedra volcánica,
o lo que sobró de las piedras que talló esa gente antes que vos,
mucho antes que vos, que te bajaste de un barco cagado de miedo?
La estepa es todo estrato horizontal, escalera, meseta de aluvión,
recuerdos de un mar que ya no existe pero volverá, la sequía,
un diente de tiburón gigante que muerde la memoria, esa otra luz.
Di Benedetto (Argentina, Pcia. de Buenos Aires, 1955)

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