Puerta
Está Lacan y su cuento de la puerta entornada,
dice que un relato es una escena disruptiva
y que el ritmo de lo dicho es también su quiebre:
los llamados a comer, el ring del teléfono,
el rop del libro al piso, la puerta de calle, la cocina,
la risa de los que están, el soplo de los muertos,
la olla hirviendo que engorda las paredes con su agua,
un fino de pintura en la pared que se desprende y cae
sobre la mollerita de mi hijo que toma la leche,
sorpresa, llanto, mamadera azotada y corré
que ya vas a ver, ahora te atrapo, gordito.
Entre cada frase musical de las acciones
del día escribo. En los intersticios escribo.
Yo ví a mi hijo en un sueño empuñar su varita.
Cristo en su infancia convirtió en burros
a los hijos de los vecinos. Volvió a los chicos
a forma humana cuando sus padres prometieron
no acusarlo más de mago ni apartarlo de sus amigos.
Giordalino (Argentina, Pcia. de Santa Fe, 1974)
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