Buenas noches, mi tierra, por ti he andado
sobre la blanca curva de la siega
final, y desde allí sólo me llega
la dicha del silencio innominado.
.
En marchitas gavillas cae el juego
desalentado de la sucesión
humana, y con inagotable son
difúndese la permanencia luego.
.
¡Ay, qué sabor, mi Dios! ¡Ay Dios, qué clima!
¡Ah, camoatí inicial del paraíso!
¿Por qué, mi Dios, por qué luego la grima
.
de la caída y su quebrada flecha?
¿Si cuando el alma palpo y analizo
más desolada la hallo y más deshecha?
.
Por sobre el maizal, un viento rubio,
con hálito repleto de cosecha
me augura que, para próxima fecha,
la buena gente ha de unirse en connubio.
.
Un incontable olor en la garganta
marca el sonoro tiempo de la entrega,
y el sibilante anuncio de la siega
.
crece en el pecho del varón que canta.
Ya veo el mazorcal volcando en tierra
su rebosante germen... ya el eterno
.
círculo en el pobre suelo cierra.
¿Ah, soledad de Dios!... sobre este enjambre
dámete de tal modo que el infierno de tu ausencia
cese, y se calmen mi sed y mi hambre.
Eguren (Argentina, Buenos Aires, 1925 - Detenida desaparecida en1977)
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