ADELA BASCH
- BRUNCH
- hace 13 horas
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La cardióloga me explica con pasión infinita
todo lo relacionado con el corazón
por su puesto
me aclara que la vida es efímera y finita
y que las paredes del corazón son gruesas.
A la voz de aura me susurra sus hurras
en el auricular correspondiente a cada aurícula
y me devela los misterios milenarios
del ventrílocuo izquierdo
y el ventrílocuo derecho
que durante la función murmuran a diario
sus guiños a los rebosantes vasos sanguíneos.
La cardióloga me revela y me descifra
los secretos de las arterias que, arteras,
riegan con arte mi cardo y dan de comer a mi perricardio
para que florezca la aorta y así me deje absorta
en vaya a saber qué rosa, qué tulipán, qué margarita.
La cardióloga me pregunta paciente
si entiendo su explicación
y no es necesario que asiente,
ella sabe tan bien como sé yo
que nada hay para entender
en las cuestiones del corazón.
Basch (Argentina, Buenos Aires, 1946)

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