La rosa y Einstein
Einstein abrió el postigo esta mañana.
O esta noche. De antiguo ciertas cosas
son como son los sueños…La ventana
da a un rosal y a una rosa entre las rosas.
Está mirando el cielo. Ve, lejana,
la más lejana de las nebulosas
y algo le habla: el espacio. Una campana
de alguna hora (Dios hace estas cosas.)
Y él oye el Universo como un llanto.
Espacio y tiempo son el mismo abismo.
No está en ningún lugar ninguna cosa.
Yo soy Einstein, murmura. Le da espanto
ser Einstein, no ser nunca más ¿el mismo…
Eterna en el rosal, sigue la rosa.
Castillo (Argentina, Buenos Aires, San Pedro,1935-2017)
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